Minorías Sexuales: Introducción 5

Variaciones en el Comportamiento Sexual

Minorías Sexuales: Introducción 5

El ejemplo de San Francisco es educativo por otra razón: El “desfile gay” tiene participantes de todas las minorías étnicas de la ciudad – chinos, irlandeses, japoneses, mexicanos, filipinos, italianos, y muchos más. Esto muestra que una persona puede ser miembro de diferentes minorías al mismo tiempo.
Por ejemplo, un miembro de la minoría americana china, también puede ser budista y por lo tanto pertenece a una minoría religiosa. Adicionalmente, puede hablar y leer solo chino y entonces es parte de una minoría lingüística. Además, puede estar confinado a una silla de ruedas y entonces forma parte de una minoría de personas incapacitadas. Finamente, como una persona “gay”, pertenece a una minoría sexual.
Actualmente, un individuo puede pertenecer simultáneamente a varias minorías sexuales, y algunas de estas podrían haber adquirido una mayor aceptación social que otras.  Existen, por ejemplo, transexuales “gay”, “swingers” bisexuales, y fetichistas lesbianas y sadomasoquistas. Si ocurre que también pertenecen a alguna minoría étnica, religiosa y lingüística, la situación se complica más. No todas las minorías sufren los mismos grados y tipos de discriminación, y esto genera la interrogante: ¿Cual membresía a una minoría tendrá cuales consecuencias para cual individuo en cual situación? Es obvio que diferentes ocasiones traerán a la luz diferentes minorías: Una lesbiana china americana en sillas de ruedas puede participar tanto en el desfile de Año Nuevo Chino en febrero como en el desfile “gay” en junio y, en otro momento puede participar en una protesta política exigiendo más  derechos para los discapacitados.
Como ilustra este ejemplo, 
ningún estatus de minoría puede definir a toda la persona. Etiquetar a una persona a una minoría puede a veces ser útil e inevitable, pero también puede ser engañoso. Esto es igualmente cierto cuando los individuos se etiquetan a sí mismos. La vida humana es demasiado compleja para categorizaciones fáciles. Especialmente en la esfera de la sexualidad humana, siempre estamos en peligro de estereotipar a las personas y ser ciegos ante  otros aspectos más importantes de su carácter. Sin embargo, fallar en verlos como personalidades únicas y completas es tanto injusto como irrealista. En realidad, no existen “gays”, “fetichistas”, o “sadomasoquistas”. Solo hay individuos concretos quienes muestran su propio comportamiento sexual bajo condiciones específicas, pero esto nos dice poco o nada sobre el resto de sus vidas. Estas etiquetas tienen un uso limitado y nunca son suficientes o adecuadas  para describir a un ser humano. Todo hombre o mujer es siempre más que un miembro de una minoría.

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