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Las siguientes secciones describen brevemente dos de las más conocidas variaciones del comportamiento sexual: Fetichismo y sadomasoquismo. Ambas, a su vez, aparecen en muchas variaciones diferentes, y por ello es difícil resumirlas de manera significativa. De todas formas, como introducción, estas definiciones aproximadas y preliminares pueden ser útiles:
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- El Fetichismo esta caracterizado por una erótica fascinación con las partes del cuerpo, objetos inanimados o actividades especiales.
- El Sadomasoquismo expresa el deseo de jugar un rol dominante o sumiso durante el acto sexual.
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Como nuestras descripciones mostraran, la realidad es un poco más complicada: De hecho, estamos tratando con comportamientos multifacéticos y multidimensionales, y mucho sobre ellos sigue sin conocerse.
Por ejemplo, no hay concordancia sobre las causas de estos y de la mayoría de las variaciones sexuales. Es muy posible que algunos individuos nazcan con cierta predisposición a determinadas especializaciones eróticas, pero la influencia decisiva es sin duda su entorno social. Es la forma específica en que individuos específicos interactúan con su entorno específico que determina los diferentes resultados. Una cosa si es segura: Nadie deliberadamente escoge sus propios intereses eróticos.
Psicoanalistas y varios teóricos han especulado sobre alguna forma de condicionamiento durante la niñez, la adolescencia, o hasta en la adultez. Sin embargo, cuando se refiere a lo específico, la evidencia sigue siendo inconclusa. Lo mismo es verdad para los variados métodos para “corregir” tendencias fetichistas y sadomasoquistas problemáticas. El psicoanálisis, la hipnosis, las terapias cognitivas y de comportamiento han sido probadas con resultados mixtos. En casos severos de obsesiones y compulsiones sexuales, algunos tratamientos con drogas han ayudado en reducir los deseos sexuales y la preocupación mental con fantasías eróticas no deseadas.
Afortunadamente, la mayoría del tiempo el fetichismo y sadomasoquismo aparece en formas socialmente inofensivas y no intimidantes. En verdad, en las últimas décadas, se han convertido en la base para el desarrollo de nuevas y especiales subculturas: Organizaciones, clubs, revistas, circulares informativas, sitios web, tiendas especiales etc. le informan al público general y ofrecen oportunidades para conocer a otros. De esta forma, han comenzado a constituirse a sí mismos como una minoría sexual los cuales exigen el derecho a no ser molestados.
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