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Un buen ejemplo de una minoría sexual puede ser estudiado en la ciudad americana de San Francisco, en cuanto a sus comienzos difíciles, su crecimiento, y sus éxitos.
Esta famosa ciudad de la costa pacífica había, desde los días de la “Fiebre del Oro” a mediados del siglo XIX, albergado personas de todas las religiones y etnias. Como una ciudad de minorías, también tuvo la reputación de ser tolerante socialmente. Sin embargo, esta tolerancia, nunca se había extendido a sus inmigrantes chinos, quienes sufrieron todo tipo de discriminación, y al menos hasta la Segunda Guerra Mundial, también había excluido a los hombres homosexuales. De hecho, en los años 60, los bares “gay” fueron blancos de redadas hechas por la policía y los dueños fueron arrestados. Después de todo, el contacto masculino homosexual era un crimen serio en California.
A pesar de esto, el trabajo constante de unos pocos valientes individuos, no solo en San Francisco, sino en otras ciudades americanas, habían asentado las bases para un movimiento de los derechos civiles de los “gay”. Cuando, en junio de 1969, una redada de la policía en una bar de la Calle Christopher de Nueva York encontró resistencia y causó protestas violentas, la “comunidad gay y lesbiana” de San Francisco estaba lista para dar su propia respuesta a los acontecimientos.
Las minorías étnicas de la ciudad habían sido acostumbradas por mucho tiempo en demostrar su presencia y poder de voto en desfiles anuales, empezando con el Nuevo Año Chino celebrado en febrero y terminando con el día italiano de Cristóbal Colon en octubre. De hecho, había un desfile casi cada mes excepto en junio. Este le daba la oportunidad para que un gran desfile “gay” simplemente usara el patrón ya existente para conseguir el mismo fin: el reconocimiento como una minoría social. En verdad, la estrategia fue exitosa más allá de las expectativas. Una vez que el alcalde y otros políticos vieron la gran cantidad de votantes potenciales, se unieron al desfile como se siempre se habían unido a los otros. Pronto, el primer miembro “gay” del consejo de la ciudad fue electo, la ley de California contra el contacto masculino homosexual fue revocada, y el diagnóstico de la homosexualidad como una enfermedad fue removida del manual de diagnóstico de los psiquiatras americanos. Por ello, los “gays y lesbianas” de San Francisco estaban en el camino hacia la “normalización” y eventual completa aceptación social. (Los desfiles de las minorías también eran comunes en otras ciudades americanas, y sus subsecuentes desfiles “gay” también aprovecharon el patrón existente. Sin embargo, San Francisco ofrece el ejemplo más instructivo.)
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