Antecedentes Históricos 2

Variaciones en el Comportamiento Sexual

Dos Ejemplos: 2. Sadomasoquismo

Antecedentes Históricos 2: Tradiciones educacionales y religiosas

Por mucho tiempo, el sadismo era simplemente igualado a la crueldad y definido como “el placer derivado de generar dolor”. Al contrario, el masoquismo era definido como el “placer que se deriva de sentir dolor”, de aquí el viejo termino psiquiátrico “algolagnia”: disfrute del dolor (gr. algos: dolor y lagneia: lujuria). Esta visión se quedó corta, pero era ciertamente entendible. Por siglos, los azotes habían sido un rasgo regular de la educación, tanto en la casa como en la escuela. Muchos adultos recuerdan estos azotes y el disfrute cruel  de sus torturadores. Era lógico asumir que ellos obtenían algún placer depravado al lastimar a sus indefensos estudiantes. Por ello, el nuevo término “sadismo” parecía describir perfectamente su comportamiento. Por otro lado, también por siglos, las personas habían observado el éxtasis religioso de ciertos individuos y grupos  devotos quienes castigaban sus cuerpos para la salvación de su alma.   Parecían disfrutar lastimarse a ellos mismos, y por ello el nuevo término “masoquismo” parecía ajustarse muy bien a este caso. Finalmente, los hombres y mujeres bien educados se dieron cuenta de la conexión directa entre las palizas y la excitación sexual. La autobiografía de Jean-Jacques Rousseau Confesiones, publicada después de su muerte, ha revelado un interesante y personal secreto: A la edad de 18, el había obtenido placer erótico al ser azotado por su guardiana de 30 años, y a partir de ese momento, el ansió este tipo de castigo por el resto de su vida. El término “masoquismo”  parecer ser demasiado apto para su preferencia.
Sin embargo, como veremos, el dolor es solo un aspecto posible del sadomasoquismo, y por ningún motivo es uno esencial.

 

 


Azotes en Educación y Religión
(Izquierda) Azotes. Por siglos, azotar a los niños era considerado una parte integral de la educación en todos los países occidentales. Los padres y maestros usaban instrumentos como palas, bastones, abedules, látigos, correas o cinturones para disciplinar a la generación más joven. El dicho “¡Perdona la vara y consiente al niño!” Resume esta filosofía. No fue sino hasta finales del siglo XVIII que los educadores “iluminados”  empezaron a dudar de la utilidad de la práctica. Esto fue gracias a los escritos de Rousseau. Adicionalmente, su vida personal también ofreció un ejemplo de advertencia sobre los efectos negativos de los azotes en el desarrollo sexual del niño. (Dibujo Renacentista)
(Derecha) Auto-Flagelación.  Azotarse a uno mismo viene de una larga tradición en varias religiones como una forma de penitencia. En los países cristianos, llego a su pico en la Edad Media, cuando grandes grupos llamados flagelantes iban de lugar a lugar azotándose hasta sangrar en demostraciones públicas con un  fervor religioso. Es posible que para al menos algunos de ellos la práctica tuviera connotaciones sexuales (woodcut, Cronica Nuremberg).

[Curso 6] [Descripción] [Como Usarlo] [Introducción] [Desarrollo] [Tipos Básicos] [Variaciones] [Derechos sexuales] [Derechos sexuales 2] [Derechos sexuales 3] [Historia] [Dos Ejemplos] [Minorías Sexuales: Intro] [Conductas Prohibidas] [Lectura Adicional] [Evaluación]