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Las listas extensas de “parafilias” eventualmente probaron ser insatisfactorias hasta para los psiquiatras, y por ello comenzaron a acortarlas y revisarlas. Estas revisiones son muy probables de continuar en el futuro. Mientras tanto, ya existe un consenso general que se debería distinguir dos tipos de variaciones eróticas:
1. Variaciones eróticas que no lastiman a otros y que son simplemente extrañas o raras. Estas son ignoradas o toleradas por la sociedad siempre y cuando se mantengan privadas y no llamen la atención innecesariamente hacia ellas mismas. Si lo hacen, la reacción social apropiada depende de las circunstancias. Para las parejas, existe una simple regla: Si tal variación estabiliza o al menos no la perjudica no hay problema. Sin embargo, si causa desacuerdos y discordancia, la pareja tal vez tenga que separarse y buscar una pareja más adecuada.
2. Variaciones eróticas que causan algún daño concreto a otra persona o son inquietantes para el individuo (por ejemplo, porque son compulsivas). Dependiendo del caso, la atención profesional pudiera ser útil o hasta necesaria. Esto pudiera ser tratamiento psiquiátrico o médico, pero también pudiera ser alguna forma de terapia psicológica no médica. Si las leyes han sido quebrantadas, alguna forma de autoridad competente pudiera ser llamada: Arresto y juicio, castigo posiblemente. En algunos casos, el castigo pudiera ser incrementado o seguido por terapia. En algunos casos muy raros, el ofensor quizás tenga que ser internalizado en una institución psiquiátrica por varios años o hasta por el resto de su vida. En otros casos extraños, la persona pudiera no ser responsable por sus actos criminales y también pudiera ser internalizada pero sin castigo.
La complejidad de los asuntos involucrados aquí no nos permite una discusión más amplia en este curso. Sin embargo, en las siguientes secciones cortas, podemos proveer de al menos algunos ejemplos de ambos tipos de variaciones eróticas.
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