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Por cientos de años, la obsesión erótica con pies femeninos pequeños ha sido una ´parte integral de la cultura China. Por supuesto, ya no es posible conocer cuántos hombres comparten esta obsesión. Quizás solo una minoría lo hizo, y para otros solo fue un rol menor o quizás fue irrelevante. Sin embargo, si sabemos que el tamaño pequeño de los pies era la atracción real. Los hombres no observaban a los pies desnudos, sino estaban fascinados por los diminutos “zapatos loto” con sus colores especiales y decoraciones. Por ello, los zapatos como prueba de la atracción sexual de la mujer adquirió su propio carácter fetichista. Se podría llamar esto “fetichismo indirecto”, una obsesión con la cubierta de una parte del cuerpo deseable en vez de la parte misma. Así, podía haber sido la obsesión con el sustituto del sustituto de toda la persona. En todo caso, no es fácil desenredar los variados motivos que pudieron tener.
Sea como sea, muchas formas de fetichismo de pie y zapato han sido conocidas en el mundo occidental también. No solo los pies, sino las plantas de los pies y dedos han sido, y todavía lo son, un fetichismo sexual para algunos hombres. Esto también se aplica al calzado, especialmente en épocas donde los tacones muy altos o botas elaboradas están de moda. Otros hombres están atraídos eróticamente a las medias panty, o medias. No es necesario decir, que todo esto se puede encontrar también en el contexto homosexual: Algunos hombres se excitan por los pies, botas o medias de otros hombres. Una vez más, es necesario tener presente que el fetichismo es una cuestión de grado, y que mucho depende de las circunstancias para convertirse en un problema o no. En China imperial, ningún fetichista de pie se hubiera considerado anormal, pues todo el entorno social tomo su interés erótico como algo común y más bien lo cultivo. Por ello, el caso del vendaje de pie chino confirma una lección ya dada: La normalidad y anormalidad sexual no son absolutas, pero son definidas de manera diferente por culturas diferentes.
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“Zapatos Loto”
El ideal erótico chino era pies femeninos pequeños de alrededor de 7-8 cm (3 pulgadas) en longitud, el “pie loto dorado”. Pies ligeramente más largos eran llamados “loto plateado” (10 cm o 4pulgadas) y “loto de hierro” si eran más largos que los últimos. La fascinación fetichista también incluye los zapatos respectivos. A la izquierda: 1. Copas de vino de porcelana, longitud 8, 5 cm, Dinastía Qing. 2. y 3. “Zapatos Loto” de seda. 4. Foto del pie lisiado de una mujer.
Cortesía de Museo Chino de Sexo, Tongli
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