|
La ornamentación, alteración quirúrgica, e incluso la mutilación deliberada de órganos sexuales masculinos y femeninos han sido practicadas por muchos culturas desde los tiempos ancestrales.
Masculinos
En el caso masculino, el mejor ejemplo es la circuncisión, es decir, la extirpación quirúrgica de la piel que cubre el pene. Las razones para esto pueden ser higiénicas (fimosis), religiosas (Judíos, Musulmanes) o culturales (Estados Unidos actualmente). Esta relativamente simple operación normalmente no tiene ninguna consecuencia física a excepción, según una investigación reciente, que parece reducir el riesgo de infección de HIV/SIDA. Más drásticas son algunas formas de ornamentación con materiales flexibles o inflexibles insertados quirúrgicamente que sobresalen por los laterales del pene. Esto se ha encontrado en varias sociedades preliterarias y ahora ha sido adoptado por algunos hombres en países occidentales como una forma de perforación corporal. En el mundo antiguo, una forma especial de perforación del pene, conocida como infibulación, se realizaba en ocasiones a esclavos masculinos para evitar que tuvieran relaciones sexuales: La piel exterior se colocaba sobre el glande, luego se perforaba y se mantenía en esa posición insertando un anillo metálico. Esto hacia cualquier erección imposible. En el siglo 19, algunos doctores occidentales usaban este método para evitar que los hombres se masturbaran. Con un objetivo totalmente diferente, más bien para el "embellecimiento", se hacía con una operación más radical llamada subincisión: La parte inferior del pene se abría en toda su longitud, exponiendo la uretra. Obviamente, como resultado, orinar e impregnar se volvía un poco difícil. Sin embargo, esta práctica para realzar el orgullo masculino era común en varias tribus de Australia, África, Sur América y de las Islas del Pacifico. Finalmente, está la castración, una mutilación muy seria de los órganos sexuales masculinos que se practicó por muchos siglos tanto en las culturas Orientales como las Occidentales.
Femeninas
En muchas culturas, los órganos sexuales femeninos también han sido sujetas a la modificación quirúrgica. Por ejemplo, una operación relativamente simple, puede cortar o remover parte o toda la piel exterior del clítoris. De forma análoga con la respectiva operación masculina, esto se podría llamar circuncisión femenina. De hecho, en el siglo 19, algunos doctores occidentales usaban este método para evitar que las mujeres se masturbaran. Dicha operación, llamada clitoridectomía, es una procedimiento serio que lleva a nada menos que una peligrosa mutilación de los órganos sexuales femeninos. Hoy en día, sobrevive como una costumbre tradicional en algunas partes del mundo. Finalmente, se tiene que en la antigüedad, algunas veces se realizaba una infibulación a esclavas femeninas. En este caso, el añillo se aseguraba en los labios mayores (labia majora) de la vulva. De nuevo, el propósito de esto era prevenir que pudieran practicar un coito.
Infibulación
En la antigüedad, y en ocasiones en los tiempos modernos, hombres y mujeres eran infibulados, es decir, se colocaba un anillo a través de sus órganos sexuales externos para prevenir que tuvieran relaciones sexuales. El término "infibulación" se deriva del latin. fibula: o enganchar. (Derecha) Pene Infibulado. (Izquierda) Vulva Infibulada. |
