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Lewis Carroll
(1832-1898). El autor Ingles de "Alicia en el País de las Maravillas" se sentía muy atraído a niñas muy jóvenes, pero nunca tuvo contacto sexual con ellas. Abajo está el dibujo original de Alicia, el tipo de niña que le atraía.
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Hay muchos ejemplos históricos de adultos teniendo contacto sexual con niños. En el mundo occidental, el más conocido es quizás el emperador Romano Tiberios (42 BC-37 AD), quien mantenía no solo a adultos y jóvenes, sino también a pequeños niños y niñas en su palacio con propósitos sexuales en la isla de Capri. Sin embargo, por esto él fue reprochado incluso en la antigüedad. Los niños pequeños eran un tabú sexual, aunque los niños y niñas eran considerados compañeros aptos una vez que se acercaban o alcanzaban la pubertad. Tiberios no era un pedófilo, sino que simplemente usaba su poder imperial para realizar todo tipo de orgias sexuales.
En la Europa y América Cristiana, este tipo de conducta nunca fue aceptado. Sin embargo, ha habido - y los hay ahorita - adultos que se sienten atraídos sexualmente a los niños. Un ejemplo interesante es Lewis Carroll (seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson), el autor de "Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas" y "A través del espejo". El buscaba la compañía de niñas, las entretenía, les contaba historias, y, con el permiso de sus padres, fotografiaba a algunas de ellas desnudas. Sin embargo, nunca se salió de los límites de "propiedad" y nunca intento ningún tipo de contacto físico. De acuerdo a nuestra terminología presente, probablemente era un pedófilo que logro controlar sus impulsos sexuales.
Hoy en día, esto es un ejemplo que los pedófilos deberían seguir. Los tratamientos actuales intentan, sobre todo, prevenir que rompan la ley. Así, entrenar a un pedófilo a vivir sus fantasías sin desarrollarlas lo protege tanto a él como a los niños que conoce.
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