Tipos Básicos de Comportamiento Sexual

2. Relaciones Sexuales Heterosexuales: Relaciones Sexuales Manuales

Mujer-Hombre

Técnica de apretar. Los hombres que tienen dificultad para cronometrar sus orgasmos pueden ser ayudados por un método que a menudo es recomendado por terapeutas sexuales: La mujer masturba al hombre hasta casi hacerlo llegar al orgasmo, y luego lo aprieta. Al apretar el pene en la forma en que se muestra en la figura, la mujer puede ayudar al hombre a retardar su orgasmo. (Para más detalles, mira aquí.)

Cómo la mayoría de las guías matrimoniales tradicionales generalmente describían a la mujer como sexualmente pasiva, rara vez contenían alguna sugerencia de que debían estimular los órganos sexuales de sus maridos. Sin embargo a muchos hombres les gusta que les toquen y acaricien el pene. De hecho, ningún otro tipo de caricia conduce tan rápido a la excitación sexual masculina. Una mujer que quiera masturbar a un hombre efectivamente deberá, por supuesto, preguntarle cómo quiere que tome y frote su pene. A menudo ella podrá aumentar su placer aplicando saliva a sus dedos o usando un lubricante a artificial a base de agua. Si el hombre llega al orgasmo mientras es masturbado de esta manera, generalmente necesitará un tiempo antes de que pueda tener otra erección. Sin embargo, todavía es capaz de satisfacer a la mujer si así lo desea. En este caso, las técnicas obvias son las relaciones sexuales manuales y orales.
Algunas mujeres se reúsan a manipular el pene del hombre porque creen que tal comportamiento es poco femenino, infantil o perverso. También pueden pensar que ningún hombre "real" debería permitirse ser "utilizado" de esta manera. Sin embargo, estas mujeres deberían recordar que, a través de la historia, los hombres les han pagado a prostitutas para este servicio, y que todavía algunas estéticas de masaje continúan recibiendo altos ingresos por ello.
Como se mencionó anteriormente, para algunos investigadores sexuales modernos el valor terapéutico de la estimulación manual ya no está en duda, y muchos terapeutas ahora aconsejan a sus pacientes que lo practiquen durante el tratamiento. La razón para este consejo es simple: El hombre y la mujer que hayan aprendido a satisfacerse mutuamente tocándose generalmente están también preparados para sacar el máximo de provecho de todas las otras formas de relaciones sexuales.