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Las disfunciones sexuales pueden tener una variedad de causas. Éstas pueden ser rudimentariamente divididas en causas físicas y psicológicas. Sin embargo, tal división es a menudo arbitraria ya que los dos tipos de causas se correlacionan. Además, muy a menudo no es el individuo, quien tiene el problema. Sino que es un problema de la pareja.
1. Causas físicas
Algunas mujeres y hombres están limitados en su expresión sexual por su condición física, i.e. por incapacidades, enfermedades, o daños.
2. Causas psicológicas
Existen individuos que son físicamente saludables quienes, temporalmente o permanentemente, no pueden disfrutar enteramente del coito porque sus respuestas sexuales se han debilitado, inhibido, o completamente bloqueado por razones psicológicas.
3. La correlación de causas
La distinción entre causas físicas y psicológicas en la disfunción sexual es, hasta cierto punto, arbitraria. Cuando se trata de respuestas sexuales, el cuerpo y la mente están estrechamente entrelazados, que una clara línea divisoria entre ambos no se puede trazar. Aun, causas claramente físicas tienen influencia en el estado psicológico de una persona y viceversa. Así que, muy a menudo, el cuerpo y la mente interactúan para formar una disfunción sexual en particular.
4. No siempre el individuo, pero a menudo la pareja
Podría ser un sobre simplificación hablar sobre una disfunción sexual en cualquier individuo, porque, por regla general, esta se manifiesta sólo en relación con otra persona. En realidad, en muchos casos puede ser más útil hablar de una relación sexual inadecuada entre dos personas. De todas maneras, los terapistas sexuales actúan hoy a menudo con la suposición de que el problema no es el individuo sino la pareja. Por lo tanto, ellos insisten en tratar ambos parejos en conjunto.
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