El tratamiento de disfunciones sexuales -
Terapia sexual

Disfunciones “Clásicas” - El tratamiento de disfunciones sexuales femeninas

La ausencia del orgasmo - Tratamiento

Ejercicios de gratificación mutua
El primero de estos ejercicios consiste simplemente de tocar y acariciar el cuerpo en una forma relajada y no exigente. Esto permite que la pareja descubra sus zonas erógenas y pueda sentir placer sensual sin ninguna presión. Al darse placer mutuamente en esta forma, los parejos pueden guiar suavemente y mutuamente las manos del otro a fin de aumentar su disfrute. Además, ellos se motivan a usar algunos aceites de masaje o lociones para el cuerpo, lo que puede ayudar a la mujer a superar su miedo hacia el sexo como algo "mojado" y "desordenado". Unos días más tarde después de estos ejercicios, la pareja puede comenzar a concentrarse en estimular los órganos sexuales femeninos. La mejor forma de hacer esto es con el hombre sentado directamente detrás de la mujer la cual extiende sus piernas, tirandolas sobre los muslos de el. Esta posición habilita al hombre a tener a la mujer cómoda y tranquila mientras que el manipula sus pechos y su vulva. La mujer, a su vez, puede guiar las manos del hombre a esas áreas de su cuerpo que le da máximo placer. Al mismo tiempo, ella le puede enseñar a él a evitar acariciar el sensitivo glande de su clítoris directamente, en vez acariciar el área alrededor del clítoris y las labias minoras. A medida que se excita sexualmente, su vagina comienza a lubricar naturalmente, y esta lubricación se puede extender entonces al área clitorídea para reducir la posibilidad de irritación. A ambos parejos se les advierte, sin embargo, no forzar el orgasmo. En vez, ellos se les alientan a sazonar sus sentimientos sexuales y abandonarse a los placeres del momento.