Concepción

Óvulos y espermatozoides

La célula sexual masculina: El espermatozoide.
La célula sexual masculina se llama espermatozoide (plural: los espermatozoides). Los espermatozoides se producen en las gónadas o glándulas sexuales masculinas (testículos). Son las células más pequeñas en el cuerpo humano. A pesar de que son invisibles a simple vista, pueden ser vistos y estudiados bajo el microscopio. (Para más detalles acerca de la producción de esperma, haga clic aquí.)
Un espermatozoide individual tiene una cierta semejanza a un delgado renacuajo, y se compone de tres unidades principales: cabeza (1), cuello (2), el cuerpo (3), y la cola (4). Su longitud total es de aproximadamente 0.042 mm (1/600th de una pulgada). La cabeza, que es sólo 1/l0th de la longitud del espermatozoide, contiene veinte tres cuerpos especiales (cromosomas) que llevan las características hereditarias del varón. Uno de estos cromosomas determina el sexo del nuevo ser  que podría producirse si este espermatozoide en particular se uniera con un óvulo femenino. En otras palabras, los espermatozoides son de dos tipos: aquellos (que contiene un cromosoma X) que contribuirá a desarrollar un feto femenino, y aquellos (que contiene un cromosoma Y) que contribuirá a desarrollar un feto masculino. Detrás de la cabeza esta el cuerpo, que cumple una función importante en la obtención de la energía que permite la movilidad del espermatozoide. El propio movimiento es causado por los vigorosos latigazos de la cola. El espermatozoide puede avanzar a un ritmo de 2 cm (1/8o de una pulgada) por minuto en condiciones favorables. Este movimiento es esencial, ya que tiene que alcanzar el óvulo profundo dentro del cuerpo de la mujer (es decir, en una de las trompas de Falopio).
Una vez que las glándulas sexuales masculinas han madurado durante la pubertad, se producen millones de espermatozoides cada día. Obviamente, sólo una pequeña fracción de ese número puede contribuir a las concepciones actuales. En el curso de la vida de un varón la mayoría de los espermatozoides se eyaculan en condiciones que no ofrecen ninguna oportunidad para una fecundación. Y aquellos que no son eyaculados simplemente se  reabsorben en el cuerpo.