`Biblia Sacra' `Vulgatae' Editionis 1719
En 1592 Bellarmino fue hecho Rector de la Universidad Romana, y en 1595 Provincial de
Nápoles. En 1597 Clemente VIII (Ippolito Aldobrandini 1592‐1605) lo llamó de vuelta a Roma y lo hizo su
propio teólogo y adicionalmente `Examinador de Obispos y Consultor del Santo Oficio'. En 1599 lo hizo
`Cardenal‐Pastor de Santa María in vita', alegando como razón para esta promoción que "la Iglesia de
Dios no tenía otro igual en erudición".
Fue designado junto con el Cardenal Dominico d'Ascoli, como asesor del Cardenal Madruzzi, el
Presidente de la Congregación de Auxiliis, que había sido instituido poco antes para solucionar la
controversia que había aparecido recientemente entre los Tomistas y los Molinistas concerniente a la
naturaleza de la armonía entre la gracia eficaz y la libertad humana.
El Papa Clemente VIII posteriormente designó a Bellarmino como Arzobispo de Capua. En 1605
murió ewl Papa Clemente VIII, y fue sucedido por el Papa Leon XI (Alessandro Octaviano de Médici
1605‐1605) quien reinó sólo por veintiseis días, viniendo luego Pablo V (Camilo Borghese 1605‐1621).
Bellarmini no vivió para ayudar en la etapa mas critica del caso Galileo, pero en 1615 tomó
parte en sus inicios. Decia que si una teoría científica estaba insuficientemente probada, como
indudablemente era el caso de la teoría heliocéntrica de Galileo, deberia ser adelantada solamente
como una hipótesis.
Su salud estaba entonces declinando, y en el verano del mismo año se le permitió retirarse a
Sant'Andrea y prepararse para el final. Cuando murió, fue a los setenta y siete años, el 17 de diciembre
de 1621 y la expectativa general era que su causa sería prontamente introducida. Bajo el Papa Urbano
VIII (Maffeo Barberini 1623‐1644) se introdujo su causa en 1627, cuando se apelo a su titulación como
`Venerable'. Bellarmino fue finalmente canonizado por el Papa Pío XI (Achille Damiano Ambrogio Ratti
1922‐1939) en 1930, y declarado `Doctor de la Iglesia Universal' en 1931. Es el santo patrón de los
catequistas.
En la fecha de su muerte se celebraba, casualmente, la fiesta de los estigmas de San Francisco
de Asís, que se había introducido a petición suya. El proceso de beatificación, que comenzó casi
inmediatamente, se prolongó por tres siglos.
(1542‐1621)
San Bellarmino‐ Iglesia de San Ignazio en Roma
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