ROBERTO BELLARMINO (1542‐1621) Teólogo Jesuita, Escritor y Cardenal. Su padre fue Vincenzo
Bellarmino, su madre Cinthia Cervini, hermana del Cardenal Marcello Cervini, quien posteriormente se
convertiria en el Papa Marcelo II.
Entró en la Compañía de Jesús el 20 de Setiembre de 1560, siendo admitido a sus primeros
votos al día siguiente. Pasó los siguientes tres años estudiando Filosofía en la Universidad de Roma,
después de lo cual enseñó Humanidades, primero en Florencia, luego en Mondovi.
En 1576 comenzó sus estudios de Teología en la Universidad de Padua, pero en 1569 fue
enviado a finalizarla en Lovaina, donde podría obtener una mas completa familiarización con las herejías
predominantes. Habiendo sido ordenado allí, pronto obtuvo reputación como profesor y como
predicador, con esta última cualidad arrastró a su púlpito tanto a Católicos como a Protestantes, aún de
sitios distantes.
Al finalizar su curso de Filosofia estaba tan débil de salud, que sus superiores lo enviaron a
descansar a su tierra natal en Toscana (Montepulciano). En Mondavi del Piemonte fue destinado a dar
cursos sobre Cicerón y Demóstenes. El futuro Cardenal se oponía al castigo corporal de los alumnos y
jamás lo empleó. Además de ejercer el magisterio, predicaba con frecuencia y el pueblo acudía en masa
a sus sermones.
Su provincial, el Padre Adorno, que le oyó predicar un día, lo envió inmediatamente a la
Universidad de Padua para que recibiese cuanto antes la ordenación sacerdotal. Roberto se entregó ahí
nuevamente a la predicación y al estudio; pero al poco tiempo, el padre general de la orden, San
Francisco de Borja, le envió a Lovaina a proseguir sus estudios. Belarmino pasó siete años en Lovaina.
Sus sermones fueron extraordinariamente populares desde el primer día, a pesar de que predicaba en
latín y era de tan corta estatura, que subía en un banquillo para sobresalir en el púlpito a fin de que el
auditorio pudiese verle y oírle. Pero sus oyentes decían que su rostro brillaba de una manera
extraordinaria y que sus palabras eran inspiradas. Después de recibir la ordenación sacerdotal, en
Gante, en 1570, ocupó una Cátedra en la Universidad de Lovaina.
Fue el primer jesuita a quien se confirió ese honor. Sus cursos sobre la "Summa" de Santo
Tomás de Aquino, en los que exponía brillantemente la doctrina del santo Doctor, le proporcionaban la
ocasión de refutar las doctrinas de Bayo sobre la gracia, la libertad y la autoridad pontificia.
Como su salud empezaba de nuevo a flaquear, los superiores le llamaron nuevamente a Italia.
Carlos Borromeo trató de que le destinasen a Milán, pero fue nombrado en 1576 para ocupar la nueva
Cátedra de Teología Apologética "de controversiis", es decir, la defensa de la ortodoxia católica en la
Universidad Gregoriana, llamada previamente `Colleggio Romano'.
Bellarmino trabajó incansablemente en esa cátedra y en la preparación de los cuatro enormes
volúmenes de sus "Discusiones sobre los puntos controvertidos", popularmente conocidos como "Las
Controversias". Aquí se explica la posición católica ante los errores de los protestantes (luteranos,
evangélicos, anglicanos). Estos por su parte habían sacado una serie de libros contra los católicos y
Bellarmino las contestó admirablemente. Los sacerdotes y catequistas de todas las naciones catolicas
encontraban en ellos los argumentos que necesitaban para la sana enseñanza. Tres siglos más tarde, el
historiador Hefele calificaba esa obra como "la más completa defensa del catolicismo que se ha
publicado hasta nuestros días".
Las "Controversias" de Bellarmino aparecieron en el momento más oportuno, pues los
reformadores acababan de publicar una serie de volúmenes en los que se proponían demostrar que,
desde el punto de vista histórico, el protestantismo era el verdadero representante de la Iglesia de los
Apóstoles. Como esos volúmenes habían sido publicados en Magdeburgo y cada tomo correspondía a
un siglo, la colección recibió el nombre de "Las Centurias de Magdeburgo". Baronio refutó dicha obra
desde el punto de vista histórico, y Bellarmino desde el dogmático. El éxito de las "Controversias" fue
inmediato.
En 1588 Bellarmino lo nombraron Padre Espiritual de la Universidad Romana, pero en 1590 fue
como Teólogo, con el Cardenal Gaetano, a la embajada que Sixto V (Felice Peretti 1585‐1590) habia
enviado a Francia, para proteger los intereses de la Iglesia en medio de los problemas ocasionados por
las guerras civiles. Sixto V quedo muy complacido con su dedicatoria de `De controversiis', y propuso
que el primer volumen fuera colocado en el Index. El nuevo papa, Gregorio XIV (Niccolò Sfondrati 1590‐
1591), concedió la distinción de una especial aprobación al trabajo de Bellarmino.
Asimismo integró la comisión final para la revisión del texto de la `Vulgata' (traducción de la
Biblia al latín vulgar). Esta revisión había sido requerida por el Concilio de Trento, y los papas posteriores
habían trabajado sobre el objetivo y casi habían llegado a completarlo.
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