Las artes liberales consideradas como el `Trivium' (gramática, retórica y dialéctica‐lógica) y el
`Quadrivium' (aritmética, música, geometría y astronomía) y la Teología conformaban para entonces la
excelencia en la enseñanza.
En la mayoría de las escuelas no se cumplían éstas enseñanzas como tal y se daban
parcialmente de acuerdo al juicio particular de las `autoridades monásticas del lugar'(11). Esto era motivo
de descontento entre los estudiantes y fue tambien una de las razones de `crear' centros de estudio que
no dependieran de una decisión arbitraria, sesgada y obtusa. Estos centros de estudio serían las
Universidades.
Alcuino de York
Pasarian seiscientos años entre la desaparición de las academias antiguas y la aparicion de las
Universidades medievales. En esos seis siglos la iglesia cristiana fue la preservadora de la cultura y el
saber a traves de sus monasterios y catedrales donde `el saber estaba encriptado en lugares a veces
inaccesibles y sólo conocido por algunos de la cofradía'. Este celo del saber dió sus frutos a partir del
siglo XII. Clérigos como Alcuino de York, Teodulfo de Orléans, Benito de Aniano, Agobardo de Lyon,
todos del siglo IX, fueron los precursores de una mayor `apertura' de la enseñanza.
No olvidemos que los estudios dentro de la Cristiandad y más específicamente los objetivos
pedagógicos estaban dirigidos hacia cuatro facultades: Artes, Derecho, Medicina y Teología, como lo
vemos en el dibujo del `Hortus Deliciarum', o Jardin de las Delicias, que era una enciclopedia iluminada o
ilustrada, que se compiló el año 1167 como un argumento pedagógico para jóvenes novicios de los
conventos, fue considerado un compendio del conocimiento del siglo XII.
`Hortus Deliciarum' Enciclopedia iluminada con objetivos pedagogicos para jóvenes novicios, siglo XII
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