"Admitiendo que el honor de haber sido la sede de la revolución científica pueda pertenecer por
derecho a un único lugar, dicho honor habría que reconocérselo a la Universidad de Padua."
H. Butterfield, Harvard University, 1958
Emblema de la Universidad de Padua
Emblema de la ciudad de Padua
Ubicación de la ciudad de Padua en la región del Véneto‐ Italia
INTRODUCCION
El objetivo de éste ensayo histórico es destacar la importancia que tuvo la Universidad de
Padua en el pensamiento médico y científico moderno occidental, al ser abrigo de las mentes más
brillantes que tuvo el campo médico y cientifico en general para ése entonces como lo fueron Vesalio,
creador de la anatomía moderna y quien derrumbaría los preceptos galénicos de siglos de vigencia;
Copérnico, autor de la Teoría Heliocéntrica dando un vuelco a la teoría Ptolomeica o Geocéntrica de la
Tierra como centro del universo y afectando otras ramas del saber como la Teologia y la Religión;
Morgagni, Padre de la Anatomía Patológica y creador de la concepción médica que une la enfermedad con
los cambios orgánicos; Harvey, descubridor del concepto actual de la circulación sanguinea humana y el
descomunal Galileo Galilei que dejó a la historia de las ciencias los fundamentos de la mecánica moderna,
cinemática, dinámica de las observaciones telescópicas astronómicas, del heliocentrismo, y es
considerado padre del Método Científico, por sólo mencionar a cinco de ésas mentes brillantes.
Hace más de veinte años tuve el inmenso placer de leer una obra titulada `Storia della
Medicina' de Sherwin Nuland, que despertaría mi curiosidad e inquietud para profundizar sobre las
personalidades impactantes que estuvieron en la Universidad de Padua. Los titulos de los temas eran por
demás elocuentes sobre la trascendencia del personaje tratado, como por ejemplo: `El despertar: Andrea
Vesalio y el Renacimiento de la Medicina'; `La naturaleza por si misma debe ser nuestra consejera: William
Harvey y el descubrimiento de la circulación de la sangre'; `La nueva Medicina: La concepción anatomica
de Giovanni Morgagni'. Esto fue la semilla de la inquietud para descubrir más y quedar asombrado por
más de un centenar de hombres de alcance descomunal en sus concepciones y en sus determinantes
aportes en cada campo que les tocó desarrollar.(46)
Era tal el volumen de acontecimientos `progresistas' que se sucedían dentro de la Casa de
Estudios paduana que sin duda le cabe el honor de haber sido reconocida como la cuna de la revolución
científica en el mundo occidental (Butterfield 1958)
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