Rafael López Baralt (1852‐1 918)
Ese año 1908 deciden el viaje a Berlín por las condiciones deterioradas de salud del General
Castro y salen en comitiva el 24 de noviembre el General Cipriano Castro y su esposa Doña Zoila
Martínez, los doctores Pablo Acosta Ortiz, José Ignacio Cárdenas, Fonseca, José Antonio Baldó entre
otros, abordando el tren en la estación de Caño Amarillo hacia la Guaira, despidiéndolo entre otras
personas el propio General Gómez. Esta circunstancia de ausentarse del país la utilizaría sin
contemplaciones su compadre Juan Vicente Gómez para dar un golpe de estado y quedarse por 27 años
con el poder absoluto y dictatorial en Venezuela. (4,12,13,20,24,25,26)
Como refieren Miguel Otero Silva y Rómulo Betancourt `En las huellas de la pezuña´, cito
textualmente: `Venezuela otra vez se equivoca, cree que con Gómez llega la libertad. Unos jóvenes que
amanecen inventando mundos, publican una revista llamada La Alborada y el título es como una
confesión. O sea, creen que Gómez es el alba y que la noche (Castro) ha quedado atrás'. (43)
Doña Zoila Rosa Martinez y el General Cipriano Castro
Se embarcan en el vapor `Guadaloupe', estimándose que estarían fuera del país de 3 a 4 meses
a lo sumo y nunca el General Castro se hubiera imaginado que ésas costas guaireñas no las volvería a ver
jamás. ¡Cuan pesado es el bordón del peregrino! escribiría García Ponce en su excelente biografía de
Cipriano Castro. (4)
Fueron 16 años de peregrinaje en soledad, con toda la nostalgia del mundo y padeciendo los
maltratos y desplantes de todo tipo de autoridades extranjeras. (4)
Hay una anécdota interesante en relación al eminente médico cirujano Pablo Acosta Ortiz, que
siendo inquirido por un personero del gobierno de Castro acerca del paciente, el galeno le dijo, cito
textualmente: " ‐Lo voy a complacer...Políticamente yo no soy amigo del General Castro, ni soy político:
pero cuando yo piso el umbral de la puerta de su cuarto de enfermo, yo soy su mejor amigo...un
hermano...un padre; yo soy su médico y no veo en él sino un paciente...Y algo más, el enfermo que, a
pesar de su alta posición, tiene depositada su confianza en mi". (13)
El mismo doctor Pablo Acosta Ortiz, durante la travesía a Berlín a operarse le dijo, cito
textualmente: ‐Usted no cree General, que con su ausencia se presenten en Venezuela algunos
trastornos políticos? ‐"No" le respondió categóricamente. "eso es imposible.... Yo tengo a Venezuela
encerrada en el puño de la mano" se paró y erguido, le mostró la mano fuertemente cerrada. Y
realmente la tenía, pero la abrió..... se ausentó y dejó de poseerla. (13)
Una vez en la Clínica Sanatorium Hygeia de Berlín del doctor James Adolfo Israel eminente
urólogo berlinés de fama mundial lo opera durante 4 horas realizándole el cierre de la fístula colónica‐
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