agigantados y procediendo a realizar el primer trasplante renal (de donante de cadáver) en 1.967 en
conjunto con el doctor Guillermo Vera Rodriguez.
Bernardo Rodriguez Iturbe
En mayo de 1.968 se realiza el segundo trasplante en el Hospital Universitario de Caracas.
Mientras tanto, el doctor Gastón Vargas, funda en el Hospital Vargas de Caracas, el servicio de
hemodiálisis y trasplante renal así como la consulta externa de Nefrología.
alcanza hospitales como el Miguel Pérez Carreño y el J. M de los Ríos donde se inicia la formación de
pediátrica. Posteriormente se incorpora el Hospital Militar de
doctor AgostiniDr. Hugo Dávila padre, llega de Francia y
venezolana.
En 1.971 los nefrólogos venezolanos ante la necesidad de comunicación y discusión académica,
en 1.974 se realiza el primer trasplante renal en el
Hospital Miguel Pérez Carreño; así mismo, la creación del Centro Nacional de Diálisis y Trasplante Renal
el 10 de enero de 1.977, siendo el primer reconocimiento oficial a la ejecución del programa de lucha
contra las enfermedades renales.
En 1.982 el doctor García y su equipo, asi como el doctor Abraham Sumoza, realizan el primer
trasplante renal en el Hospital Central de Valencia, marcando definitivamente la realización de las
esperanzas de vida de gran cantidad de pacientes.
Las enfermedades renales en todas las Constituciones del mundo se ampara la salud como
derecho fundamental de todo ser humano sin distinción de raza, sexo ni condición social o política,
expresando que la salud no se limita a la ausencia de afecciones y enfermedades, en realidad se centra en
la prevención, la promoción y la protección de los ciudadanos, implica un estado de bienestar integral en
su sentido más amplio, basándose en la justicia y la equidad social.
En Venezuela, al igual que en otros países, las enfermedades renales constituyen un problema de
salud publica, por los altos costos de los tratamientos y por la dificultad de los procedimientos
terapéuticos que requieren los pacientes para conservar su salud. La carencia de campañas de prevención
y despistaje y la mínima difusión de contenidos educativos al respecto agravan esta problemática.
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