En conversaciones sostenidas por el doctor Alfredo Borjas (académico y pionero excelso de la
urología venezolana) con el historiador médico Francisco Plaza Izquierdo, refiere que la fístula colónica‐
vesical se evidenció estando en una celebración en el Club Venezuela en Caracas. En el trascurso de dicha
velada tuvo repentinamente la expulsión de gases (flatos) por la uretra, lo que medicamente se denomina
neumaturia, con lo cual el General exclamó: Cito textualmente: ‐¡Que bolera es ésta, que me estoy
peyando por el pito!
Posteriormente los doctores José Rafael Revenga (1.857‐1.915)(médico personal y Secretario
General de Gobierno) y Pablo Acosta Ortiz (1.864‐1.914) llamado el Maestro, el Mago del Bisturí y el
Príncipe de la Cirugía Venezolana, intentan operar al General de su fístula colónica‐vesical, el 9 de febrero
de 1.907 en la quinta `Guzmania' en Macuto (La Guaira), encontrándose la crema y nata de la medicina
nacional, como los doctores Eduardo Celis, para la época Ministro de las Finanzas, David Lobo, José
Antonio Baldó, Adolfo Bueno y Lino A. Clemente, pero no lograrán sus objetivos ya que se suceden
situaciones muy tensas en la sala de operaciones como aquella famosa, descrita innumerables veces.
Durante la operación, se produce una brusca caída de la tensión arterial, con una falla del pulso
y Lino A, Clemente que fungía como anestesista exclama:‐ `Se nos va', es entonces cuando los guardias o
guardaespaldas del general, que estaban en el mismo cuarto de operaciones exclaman cargando sus
pajizas y mausseres... ¡Si se va mi general, ustedes también se van! y por lo delicado de la situación,
Acosta Ortiz le ordena al anestesista Celis que la operación había finalizado, y ante el asombro de Revenga
le dice a éste : ‐Cállate! y comienzan a suturar al paciente. Posteriormente Acosta Ortiz les refiere a los
allí presentes que se ha acabado la operación y lo demás que hay que hacer es que el General vaya a
Alemania para ser visto por el doctor Israel en su clínica de Berlín.
Doctor José Rafael Revenga (1.857‐1.915) Doctor Pablo Acosta Ortiz (1.864‐1.914)
Digno de mención, es que ésos guardaespaldas denominados los `sagrados' y los `chácharos' eran
cuerpos de matones profesionales, seleccionados de las cárceles o que huían de la justicia, para servir de
`protectores' de los `valerosos hombres del régimen', e iban siempre armados de pajizas (escopetas
recortadas) o de Mausseres
Lamentablemente no se tienen documentos quirúrgicos que avalen, qué querían realizar los
cirujanos, qué tipo de técnica operatoria, debido quizás a la delicadeza del momento político‐social que
vivía Venezuela con el General Castro y sus rencillas con el General Gómez. Esto quedará siempre en la
penumbra.
Pedro José Muñoz en su escrito "El Retorno" refiere otra versión de los hechos mencionados, cito
textualmente: `Al momento de la cirugía el doctor Lino A. Clemente que fungía como anestesista le
advierte al doctor Acosta Ortiz, cirujano del caso: ‐"Está faltando el pulso" y entonces la guardia de Castro,
que estaban presente, tiran de sus revólveres y amenazan al cirujano: ‐Si se muere, lo matamos".
Se menciona también que los generales Delgado Chalbaud y Pedro María Cárdenas se le habían
acercado al doctor Revenga y le habían dicho con expresión sombría: ‐"Tenga cuidado doctor, porque si
algo le sucede a Don Cipriano, en ése caso los muertos serían dos".
Es obvio que el clima político reinante se había colado al interior del quirófano, ya que no
debemos olvidar que ésa era la época de `La Conjura' donde el General Gómez estaba bajo la mirada de
166