John P. Blandy
Libros de John Blandy
Alan B. Scottdescubre las aplicaciones clinicas de la Toxina Botulinica, como un
tratamiento efectivo para el blefaroespasmo del parpado y para el estrabismo. Su trabajo fue publicado
en 1.980 (Scott A.B Botulinum toxin injection into extraocular muscles as an alternative to strabismus
surgery. Ophthalmology 1.980;87: 1044‐9)
En 1.895 se aisló por primera vez el microbio Clostridium Botulinum, en Bélgica por van
Emengem.
Durante la segunda guerra mundial y ante el peligro de que la toxina botulínica se generalizase
como arma biológica, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamerica asignó un número de científicos
a su estudio en Fort Detrick en Maryland (Blitzer A, Sulica L. Botulinum toxin: basic science and clinical
uses in otolaryngology. Laryngoscope 2.000; 111:218‐26)
Fueron éstos los que lograron purificar en su forma cristalina el subtipo A (Botox) y del mismo
modo, la forma inglesa Dysport fue también fruto de investigaciones en armas biológicas.
El uso de la toxina con fines cosméticos surgió de una observación casual (serendipia) realizada
al notarse una reducción en las arrugas de la glabela en un paciente al que habían tratado por
blefarospasmo.
A partir de este hecho comenzaron a tratar pacientes con fines puramente cosméticos
(Carruthers A. History of the clinical use of botulinum toxin A and B. Clin Dermatol 2.003; 21:469‐72)
Hoy en dia se utiliza en los modelos de decision de la vejiga hiperactiva resistente a
tratamiento medico y en vejiga hiperreflexicas de origen neurologico y en ocasiones en cistitis
intersticial o sindrome de vejiga dolorosa.
228